Ahora Es El Tiempo
por Marcos Schultz
Al vivir en la profunda selva amazónica, los yanomamös no tienen mucho concepto del tiempo. Se dan cuenta que cada mañana sale el sol; aunque creen que cada día nace un nuevo sol, no es el mismo del ayer. No son muy buenos para contar los días porque su sistema de matemática es algo limitado… Ellos tienen tres números: uno, dos, muchos. La idea de que un embarazo es de nueve meses es foránea a ellos, y sólo se ríen de los que creen tales cosas ridículas. Mis amigos misioneros me cuentan de una pareja, en la cual el hombre se retiró del pueblo por 13 meses, cuando regresó halló a su esposa embarazada y ella lo convenció de que el bebé era de él.
Los musulmanes, por el otro lado de la moneda, conocen muy bien el tiempo. Están despiertos antes del amanecer con la “Llamada a la oración”. Cinco veces al día rezan, conforme a la hora del día.
Y tú que traes reloj digital en la muñeca, más un celular que también marca la hora, ¿tú sabes qué hora es? Es el tiempo que los fuertes y valientes de Dios se levanten. Es hora de que los atrevidos se avienten a ser todo lo que fueron creador a ser. Ya es el momento de abandonar el temor, dejar la comodidad, y abrazar el riesgo. Ahora es el tiempo de ser llevados por el soplo de Dios; Dios está soplando su gente hacia fuera, hacia las naciones… al mundo musulmán, a la India, al Oriente Lejano, a las junglas, a los muchos pueblo donde Su nombre no ha sido proclamado aún.
Es la hora de la cosecha.
Ahora es tu tiempo.
Es el momento de tu salida.
Como le dijeron a Ester: “Para esta hora has llegado al reino”. (Ester 4.14).
Como aquella mujer yanomama, Dios quiere dar a luz. Y quiere que los hijos que nazcan en lejanas tierras, sean verdaderamente tus hijos también.
